¡Hola Jevas!
Llegó la temporada más adorada por muchas, pero a la vez odiada por algunas. Las épocas festivas suelen ser momentos especiales para celebrar y despedir tantas experiencias vividas en el año. Muchísimas fiestas ocurren, comienzan los dolores de cabeza por el outfit y el arreglo del cabello. Pero para muchas chicas también comienzan las reuniones familiares donde se encuentra la “tía preguntona” o la “abuela insistente”. Si me preguntas hoy, debo decirte que adoro estas fechas; pero hace mucho tiempo no era así. ¿Por qué? ¡Sencillo! Tener que lidiar con comentarios sin sentido era un momento sumamente incomodo que vivir. Hoy quiero compartirte algunos consejos para que pases ese suceso como toda una experta.
Primero: Exprésate y preséntate con seguridad
Sé que para algunas la paciencia se reduce a cero “0” en el momento donde recibes el primer comentario “¿y el novio dónde está?, seguido por el “estas más gordita”. No es para menos sentirse incomoda, pero veámoslo de esta manera: éste ha sido el ciclo por años en las reuniones familiares. Es decir, a nuestras abuelas y madres le hicieron lo mismo así que son un reflejo de su experiencia.
Sin embargo, tú puedes romper este ciclo y ser ejemplo de cambio en tu familiar- con mucho respeto. ¿A qué me refiero? Bueno antes de decir o hacer cualquier cosa, evalúa tu actitud corporal. No es lo mismo decir “soy feliz como soy” sentada con cara de tristeza, encorvada o con los brazos cruzados. Imagínalo como cuando te dan un regaño ¿le harías caso a alguien riéndose o a alguien molesto? Ajá, ese es el punto. Si quieres que te hagan caso cuando expreses tu sentir proyéctate con seguridad y firmeza. Por otra parte, deja saber cómo te sientes. Si el comentario de “estas gordita” o “tus brazos están muy grandes” no te gusta, ¡dilo! con amor o no, pero señala claramente que ese comentario NO es importante ni lo necesitas. Recuerdo una vez que alguien en una fiesta me dijo: “Stephanie tienes que recoger la barriga, comprímela siempre para que veas que te verás mejor” Mi expresión fue la de pescao’ de frízer, pero al momento le dije: ¡Gracias, no es prioridad para mi esconder lo que se ve a simple vista! todo esto con una gran sonrisa. Créanme ahí terminó la conversación sobre mi preciado cuerpo.
Segundo: Acepta opiniones dependiendo de quien venga
Si bien es cierto que no podemos evitar los comentarios de la gente. Pero de lo que sí podemos estar seguras es que nosotras tenemos el derecho de aceptar o no una crítica. Seamos realistas, por más que evitemos al “tío criticón” dejará su no tan bien recibida opinión. Está de ti aceptarlo o no, sé que se dice sencillo, pero no lo es. Sin embargo, no puedes darle cabida en tu mente a comentarios de alguien que no da el ejemplo. Peor aún porqué hacerle caso a alguien con quien compartes solo 2 veces en el año.
No tienes que vivir con el reconocimiento de tu familia. Tienes que vivir y aceptarte como lo que tú prefieras ser. Entonces cuando te estén brindando un comentario u opinión, evalúa ¿es alguien valioso para ti? ¿es objetiva la persona? Porque muchas veces quienes tienen algo que decir, lo dicen mirándose a través de ti. Dicen lo que a ellos le han dicho o lo que no reconocen en ellos. Tú no tienes por qué arrastrar ese comentario negativo a tu vida.
Tercero: ¡Ve preparada!
Es fundamental que prepares tu mente con anticipación. Llénate de fuerza y haz las paces con tu vida, cuerpo y alma. Si tenemos claro lo que somos, los comentarios de otros serán solo palabras al viento. Quiero que entiendas algo, si tú no te respetas y valoras quién eres, los demás verán en ti una oportunidad para descargar sus comentarios. Cuando ven en ti una mujer fuerte y segura, tenlo por seguro las preguntas se cambiarán a elogios de lo bien que te queda esa nueva sonrisa en ti. Ojo siempre habrá un comentario que hiere, pero vístete de paciencia, sonríele y date la media vuelta (aunque en tu mente lo mandaste con todo y maleta al mismito infierno).
Algo que me funciona mucho es prepararme o arreglarme con tiempo e ir meditando mientras lo hago. Un buen bañito con tu exfoliador favorito, quizás una pedicura en tu casa algo que te permita sentir tu cuerpo mientras piensas lo jeva que estas. De hecho, te comparto algunos consejos para hacer las paces con tu cuerpo a través de los sentidos en uno de mis blogs post.
No perdamos el objetivo de esta temporada, el cual debes aprovechar para celebrarte pues ¡lograste superar un año más de vida! Estas fechas deben ser de alegría más que tristeza. Las festividades no tienen por qué ser un dolor de cabeza para ti. Transforma los momentos, aléjate de la situación que te haga sentir incomoda y vístete de seguridad. ¡Activa la fuerza en ti!
¡Animo!
Xoxo,
Steph
*Las imágenes contienen sus respectivos enlaces de dónde se obtuvieron las mismas.