En muchas regiones de nuestro continente Junio es el mes en el que se celebra el día del padre, realmente hasta hace poco tiempo, su celebración y homenaje pasaba desapercibido, pero esto se ha logrado empezar a cambiar al volver la mirada a la importancia del padre en la crianza de los hijos, pues hasta hace un par de años se limitaba este a ser proveedor del hogar, pero no se le veía como un padre emocionalmente presente en la vida de sus hijos.
Hablar del nuevo rol del padre hace que se gire totalmente el concepto de paternidad tradicional pues hoy en día como mencionó inicialmente tenemos padres que viven gustosamente las etapas básicas de la vida de sus hijos, por ejemplo, el hecho de ir a dejarlos a la primaria, su primer día de escuela, el peinar a sus hijas, salir de compras con ellas entre otras. Hoy estos tienden a involucrarse más en el cuidado físico y emocional de sus hijos ya que el rol de ser proveedor es solo un complemento de todo lo que ellos actualmente representan, pues salió de la zona de confort de sólo proveer sin saber exactamente qué está pasando con sus hijos, por esto es común ver padres que hablan con sus hijos como amigos y a veces se vuelven hasta cómplices de pequeñas travesuras de estos, fortaleciendo aún más ese lazo que les une.
Estas situaciones se vuelven inclusive recomendaciones terapéuticas, cuando los hijos tienen comportamientos agresivos o de rechazo hacia la autoridad, al ver la imagen paterna frente a ellos y reconocer la jerarquía en la que se encuentra, facilitan la mejora de estas situaciones, esto se debe a la importancia que tiene la figura paterna en la vida emocional de cualquier ser humano.
Es realmente grato encontrar a padres con sus hijos en los parques o caminando de la
mano con sus hijos, sintiéndose orgullosos de involucrarse en la crianza de sus hijos, toda regla tiene excepción y este tema no escapa a esto, pues a pesar de ser una nueva generación de padres algunos aún siguen el estilo tradicional de crianza que es ser poco cercano a los hijos todo por convicciones familiares y sociales estas formas muchas veces tan arraigadas hacen creer que solo proveer es ser buen padre, cuando sabemos que no es así, y es necesario que ellos realicen mucho de lo que se ha escrito inicialmente en el artículo, para estar realmente presente en la vida de los hijos.
Se por lo cultural que no es fácil que siempre habrá prejuicios y barreras sociales y a veces hasta geográficas que no permitan cumplir a cabalidad con lo que la nueva generación paternal desea, pero existen medios como los electrónicos, que faciliten esa anhelada cercanía.
No desmerito la crianza de antaño a su manera fue aceptable, pero hoy en día el ser humano está más consciente de sus emociones y por lo tanto si ya es padre muéstrese sin reservas, natural y sobretodo emocionalmente activo en la vida de sus hijos independiente de la situación con la madre de ellos, pues será padre toda la vida.
Como hija sé que es hermoso tener un padre que además de proveer sepa cuáles son tus
gustos, qué cosas te hacen daño y cuáles son tus sueños, y metas en la vida, y sentir que a pesar de estar en desacuerdo, entienda y apoye lo que en su momento queremos hacer con nuestra vida, también he visto lo contrario padres que no hacen más que proveer y desaparecer emocionalmente de la vida de sus hijos y como estos aunque lo tienen todo económicamente hablando lo único que desean es pasar un tiempo con sus padres, el cual nunca llega y esto crea vacíos emocionales que no los llena ni el éxito ni la economía personal, no existe la perfección al ser padres estoy clara en ello, pero sí padres que pueden hacer un mejor mundo para sus hijos, y por ellos es que vale la pena decir: “ Gracias papá, por ser parte de nuestra vida, te mereces este y muchos días más de celebraciones, estés acá físicamente o espiritualmente a nuestro lado, quiero que sepas lo importante que eres para nuestras vidas, desde ayer hoy y siempre.”
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