No cabe duda de que el calor cada año empeora; con esto más salidas a la playa, piscina o actividades al aire libre. Lo que significa que exponemos nuestra piel al sol provocando daños a corto y largo plazo. La exposición directa a los rayos del sol puede ocasionar manchas en la piel, lunares, arrugas, así como irritaciones que puedan causar cicatrices o aún peor cáncer. Creando conciencia del cuidado que debemos tener en nuestra piel, hoy les comparto algunos consejos importantes a la hora de escoger tu bloqueador solar.
Identifica la fecha de expiración en el empaque. Regularmente el tiempo de duración es un año- recuerda producto expirado se desecha ¡Bye, bye!
El “sun protector factor” o SPF mínimo recomendado por dermatólogos es de 30. Esto considerando de que luego de cada chapuzón te apliques nuevamente el protector o en cada suceso de sudor excesivo. ¡Ujum, si claro! Bueno si no tienes la disciplina mi recomendación es que compres uno de mínimo 50 SPF.
En arroz y habichuelas existen 2 tipos de rayos que causan graves daños a tu piel. El UVA ocasiona las arrugas o manchas y el UVB las quemaduras en la piel. Cuando compres tu bloqueador confirma que diga “broad spectrum” y te protegerá de ambos rayos.
El bloqueador no es a prueba de agua pero si es resistente, por lo que para evitar quemaduras extremas reaplica cada 1.5 horas el protector.
Algo importante, considera que vivimos en un clima tropical, el uso del bloqueador debe ser diario sin importar la estación del año. Pero en temporadas como el verano es esencial que tengas contigo tu protector y hagas como en el gimnasio “varias repeticiones” para que tu piel no sufra con lo candente que está el sol.
¡Disfruta el verano!
Xoxo,
Steph