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Vivir con endometriosis.


Cuando tenía 18 años me diagnosticaron endometriosis. Al principio, estaba asustada, nerviosa y con muchísimas dudas; normal para una joven universitaria. Para poder entender toda esta historia identifiquemos: ¿qué es endometriosis? ¿cuáles son sus síntomas?, y ¿cómo tratarlo?

La endometriosis es cuando las células de la matriz crecen en otras zonas del cuerpo. O sea, que cuando una mujer está en su período algunas de las hormonas junto con la sangre y tejidos que elimina el cuerpo crecen fuera del útero. Estos tejidos pueden pegarse en los ovarios, intestinos, recto, vejiga y en el revestimiento de la zona pélvica. Incluso, pueden crecer en otras zonas del cuerpo. Estos tejidos permanecen adheridos y no son eliminados durante la menstruación. No se conoce a ciencia cierta cual es la causa de la endometriosis. Esta condición es común y se cree que comienza cuando una mujer empieza a tener sus periodos.

El principal síntoma de la endometriosis es el dolor durante los períodos. Aun así, puede presentarse dolor fuera del tiempo que duren los mismos. También, retortijones, dolor durante y después de la relación sexual, dolor con las deposiciones (cuando hacemos caca) y dolor en la espalda baja y pelvis. Estos dolores pueden aparecer en cualquier momento, no necesariamente durante el periodo. Cabe destacar que hay mujeres que no presentan síntomas. Por último, uno de los problemas que se enfatiza más es el de no poder quedar embarazada (infertilidad). ¿Tratamientos? Existen varias opciones. Si los síntomas son leves con unos analgésicos que consigues en la farmacia estás. Algunos ejercicios de relajación, como la yoga, te ayudarán. Si los dolores son más fuertes pueden recetarte un analgésico y también, tu ginecólogo puede hacerte exámenes periódicos para ver el progreso de la condición. Por otro lado, está el tratamiento con terapia hormonal. Esta puede ser como píldoras, aerosol nasal o inyecciones. Por último, está el tratamiento más invasivo. Donde el proveedor decide realizar una intervención quirúrgica como: laparoscopía, laparotomía o histerectomía. Pero, no estoy para darles una clase de ciencias. Aquí estoy para contarles mi historia. Aunque era necesario aclarar esta información.

Como les había comentado al principio, fui diagnosticada a los dieciocho años, después de tener varios meses unos períodos súper dolorosos. Visité el ginecólogo y me practicaron un sonograma. Tenía tejidos por todo el endometrio. Así que, decidimos realizar una primera laparoscopía para removerlos. Luego, los dolores regresaron y quise tratar una dieta vegetariana. Fue la decisión más inteligente, aunque no duré mucho porque fue difícil, en aquel momento costearla. Pasaron varios años y aprendí a vivir con el dolor. Hasta que se volvió insoportable, al punto de quedarme acostada sin poder ir a la universidad y al trabajo. Regresé al doctor, pero buscando segundas opiniones llegué a un a clínica que se especializaba en infertilidad y condiciones relacionadas. Me operaron por segunda ocasión removiendo un quiste del tamaño de una naranja. Luego comencé el tratamiento hormonal con un medicamento llamado Lupron. Estuve inyectándome por un periodo de un año. Los efectos secundarios incluyeron menopausia temprana. Realmente fue un tiempo difícil, pero los dolores disminuyeron y me sentí mucho mejor. Un año y medio después quedé embarazada de Tiago Andrés. Las circunstancias, en otro momento las compartiré.

A lo que quiero llegar compartiendo mi testimonio de vida con la endometriosis es que es una condición que te incapacita. Los dolores son severos y aún no hay la educación necesaria para que las mujeres puedan tomar control. Una buena alimentación, ejercicios y visitas de rutina a tu proveedor de salud son algunas de las cosas que puedes hacer para tener un mejor estilo de vida con endometriosis. Vivir con esto es una pesadilla, después de parir los dolores han regresado. Se aprende a vivir con el dolor, se asume que ya no se puede hacer nada. Los tratamientos invasivos parecen ser la única esperanza de las mujeres que tenemos que lidiar con esto.

Marzo es el mes de concienciar sobre la endometriosis. El diez de marzo vístete de amarillo y si padeces o conoces a alguien ayuda a educar a otras mujeres sobre las opciones que tenemos. Es posible ser madre con endometriosis, es posible vivir con endometriosis, es posible ser feliz con endometriosis.


Soy una mujer madre, trabajadora, curvy y feminista.


Hasta la próxima.



* Fotos 1,2, 3 y 4 contienen sus respectivos enlaces de donde se obtuvieron las imágenes. La foto del título, y la ultima imagen son propiedad de Mamita Obrera; para reproducir las mismas deben solicitar su autorización. Totalmente prohibido la reproducción parcial o total de las mismas sin la autorización antes mencionada.

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