Muchas veces omitimos la forma en que nos mostramos ante los demás, personalmente siempre he sido del criterio que de la moda lo que te acomoda, pero…a veces es bueno detenerse un momento y reinventarnos para mostrar una faceta diferente de nuestra vida.
La apariencia siempre será importante pero no determinante en cuanto a quién eres, pues muchas veces hemos visto gente con ropa muy chic y de gran valor, pero su presencia como tal no impacta de la manera esperada, esto se debe a la actitud de quien la porta, por ello al hablar de que estamos mostrando ante los demás no solo está relacionado a la parte exterior sino también a la formación interna nuestra.
De nada sirve tener un bonito armario si nuestra actitud y si lo vemos más a profundidad nuestra personalidad no se encuentra equilibrada, al hablar de esto me refiero a que muchas veces la autoestima hace que nuestra imagen personal se vea sombría, esta situación puede ser desgastante al punto que deteriora lo que los demás ven de nosotros.
Además, cuidar la imagen personal es también cuidar de nosotros mismos, no solo se trata de verse bien, limpio, o perfumarse, sino de la forma en que enfrentamos cada obstáculo que se nos presenta.
Entender esta combinación de situaciones es la que nos puede fortalecer o destruir, pues una depende de la otra, esto lo podemos notar cuando vemos a personas con ciertas prendas que a veces socialmente se consideran no aptas para “ciertos cuerpos” y al lucirlas con actitud, se ven increíbles, y también vemos lo contrario, personas que tienen los cuerpos “ideales” socialmente hablando que se les ve la misma prenda, sin novedad alguna, que hace la diferencia entonces, la respuesta es muy simple…las características de personalidad. Verse bien, innovar en cambios en el arreglo personal es una forma de expresar también nuestra personalidad y esa evolución de la que somos parte; si ha pasado mucho tiempo y seguimos viéndonos exactamente igual, quiere decir que en cierto modo aún estamos aferrados a esa etapa de nuestra vida, y eso puede ser un indicador de situaciones no superadas, por ejemplo aquellos que aún siguen vistiéndose como adolescentes o cubren totalmente su cuerpo con muchas prendas a la vez, podrían referirse a la no aceptación de la etapa en la que viven actualmente, o su autoestima esta baja al punto que deben cubrir en totalidad su cuerpo, pues les da pena no llenar las expectativas de los demás en relación a color, tamaño o medidas, en fin existen muchas razones por las que nos aferramos a mostrarnos de cierta forma ante los demás.
Si nos hemos dado cuenta de que es nuestro caso, es bueno que hagamos una pausa y busquemos ayuda tanto psicológica, para no resistirnos a los cambios, y luego si tienes la oportunidad busca un asesor de imagen o guíate por tutoriales o revistas y construye una nueva imagen personal, que más adelante inclusive pueda formar parte de tu personal branding, que es muy bien evaluado hoy en día a nivel de contratación empresarial.
En fin, como te ves refleja mucho de lo que sientes, no lo olvides.
*Las imagenes se obtuvieron de pixabay.com