Más de alguna vez, por alguna razón hemos sentido la necesidad de que alguien nos proteja o procure el mayor de los bienestares para nosotros, pero al pasar la situación que nos causa esas sensaciones esas necesidades desaparecen y volvemos a nuestro estado de independencia tanto física como emocional.
Existen algunos criterios que pueden ayudarnos a reconocer si estamos padeciendo o no de este problema, y son los siguientes:
Estas sensaciones empiezan al inicio de la edad adulta.
Experimentas dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuentas con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás, ya sean familiares, amigos, pareja o compañeros de trabajo.
Tienes la necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales situaciones de tu vida, tales como elección de pareja, vestuario, seguir o no una carrera universitaria.
Sientes dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación, aun si no son situaciones que lo ameriten.
Te es muy difícil el iniciar proyectos o hacer las cosas a tu manera, debido a la falta de confianza en tu propio juicio o en tus capacidades más que a una falta de motivación o de energía por alguna razón.
Vas demasiado lejos llevada por tu deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de realizar tareas desagradables, incluso humillantes o en detrimento de tu salud y vida.
Te sientes incómoda o desamparada cuando estás sola debido a que sientes temores exagerados al punto de sentirte incapaz de cuidar de ti misma.
Cuando terminas una relación importante, y sobre todo de tipo amorosa, buscas urgentemente otra relación que te proporcione el cuidado y el apoyo que crees necesitar, y evitar así el estar sola.
Estas preocupada de forma no realista por el miedo a que te abandonen y tengas que cuidar de ti mismo.
Si estás experimentado más de 3 de estas situaciones es muy probable que estés padeciendo este trastorno y es muy importante que busques ayuda, profesional pues no es sano que estés viviendo atemorizada y pensando que si no cedes y eres todo lo que los demás quieren no podrás vivir, así que, por amor a ti misma, te recomiendo que te tomes el tiempo y realices la consulta pertinente, aunque hoy por hoy te sea difícil, estoy convencida que ese esfuerzo valdrá la pena, pues experimentarás la dicha de vivir tu propia vida.
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