Director: Kenneth Branagh
Libreto: Michael Green
Elenco: Kenneth Branagh; Daisy Ridley; Leslie Odom, jr.; Tom Bateman; Manuel García-Rulfo; Penélope Cruz; Josh Gad; Johnny Depp; Derek Jacobi; Sergei Polunin; Lucy Boyntan; Marwan Kenzari; Michelle Pfeiffer; Judi Dench; Olivia Colman; Willem Defoe
El género detectivesco es uno de los más populares tanto en la literatura, el cine como en la televisión. Quizás el ícono de este género que ha tenido la presencia más constante en los tres medios artísticos mencionados lo es Sherlock Holmes (incluso aparece en un comic book investigando un caso junto a Batman). En el cine han habido muchas películas sobre detectives siendo las más destacadas las que se catalogan bajo el género 'noir' que en combinación con otros géneros como la ciencia ficción, el horror y la animación, se ha producido excelentes filmes como 'The Maltese Falcon' (1941), 'Chinatown' (1974), 'Blade Runner' (1982), 'Who Framed Roger Rabbit?' (1988) y 'Shutter Island' (2010). En la televisión hemos visto también encarnaciones de Holmes y otras series que aunque puede decirse son del género policiaco no distan mucho de lo detectivesco. Hay y han habido series como 'CSI', 'Bones', 'NCIS', 'The Mentalist', 'Sherlock', 'Elemental' y 'Monk'. Se podría argumentar que hasta la serie 'House' que trata sobre un doctor excéntrico especialista en diagnosis de enfermedades tiene muchos elementos del género detectivesco. Aunque el cine y la televisión acapararon la atención de casi todo lo que tiene que ver con entretenimiento desde hace mucho tiempo, la literatura sigue siendo el medio artístico por excelencia para la creación de historias y personajes que alimentan la imaginación de la mente humana.
Como ya quedó establecido, Sherlock Holmes es el ícono (el Michael Jordan, si así lo prefieren) en lo que respecta a la imagen que se tiene de lo que es un detective. Esta creación del autor británico Arthur Conan Doyle ha gozado de popularidad extrema por más de una centuria. Pero para nada este autor y su creación son los únicos nombres exitosos y reconocidos en el género de los detectives. Otra autora que se destacó tanto, o quizás mucho más, que el mismo Arthur Conan Doyle lo fue Agatha Christie. Ella fue una escritora inglesa que se especializó en los géneros policiacos y detectivescos. El libro de récords Guinness la califica como la autora que más libros ha vendido en la historia de la literatura impresa. Según este dato, sólo se han vendido más libros escritos por William Shakespeare y copias de la Biblia. Su novela más vendida ha sido 'Diez negritos' (1939) con más de 100 millones de copias vendidas. Christie también ha sido la autora a quien más se le ha traducido sus obras a otros idiomas que no sea el suyo. Sus obras han sido traducidas a al menos 103 idiomas diferentes. En el 2013 la Asociación de Escritores de Crimen eligió a la novela de Christie 'El asesinato de Roger Ackroyd' (1926) como la mejor novela sobre crimen jamás escrita. Cuando Christie decidió crear un personaje detective, ella optó por emular a Arthur Conan Doyle y sus novelas de Sherlock Holmes. A parte del Holmes de Conan Doyle, Christie también fue influenciada por otros personajes como el detective Auguste Dupon del autor Edgar Allan Poe y el inspector Hanaud
del escritor A.E.W. Mason. De esas influencias y de su originalidad surgió el personaje llamado Hercule Poirot. Este es un personaje que aparece en 33 novelas y 54 cuentos cortos de todo el catálogo de escritos de Agatha Christie. Poirot apareció por primera vez en la novela 'El misterioso caso de Styles' (1920). También aparece en otras novelas famosas como 'Asesinato en Mesopotamia' (1936), 'Muerte en el Nilo' (1936) y 'Cita con la Muerte' (1938). Al igual que Sherlock Holmes, Hercule (no Hércules, como él insiste en corregir) tiene una serie de características que lo hacen un personaje muy peculiar e interesante por su extravagancia. Por ejemplo, él fue un detective de la policía en Bélgica hasta que emigró a Inglaterra debido a la Primera Guerra Mundial. Se retiró como policía, pero siguió trabajando casos como detective. Los casos que más le atraían eran los de mayor complejidad y reto intelectual. Siempre andaba con un bigote prominente el cual era su orgullo personal y lo consideraba como el mejor bigote de toda Inglaterra. Su vestimenta y apariencia siempre eran inpolutas. Siempre insistía en los buenos modales y la cortesía. Al hablar alguno de los idiomas que dominaba siempre intercalaba frases en francés. Procuraba verse siempre completamente acicalado y elegante no importaba dónde estuviese. Clamaba ser un católico devoto. A parte de su apariencia e idioscincracias, lo que mayor peso tenía en su carácter individual y en el ejercicio de su profesión era su veneración por la simetría que iba a la par o surgía de su respeto y adoración profunda por el orden y el balance. Su noción de lo que es justicia partía de lo que él consideraba o ansiaba fuera el orden y el balance en una sociedad civilizada. En muchas de las obras de Agatha Christie, Hercule Poirot aparece deseando el retiro total o ya apunto de retirarse, pero el reto de resolver los casos más misteriosos y brindar justicia a las víctimas lo alejan de cualquier intento de retiro. A principios de siglo 20, cuando los métodos investigativos comenzaban a depender más en la data científica, Poirot prefería siempre enfocarse en la psicología y los comportamientos de las víctimas y los sospechosos. Tendía siempre a concentrarse más en los detalles más pequeños y aparentemente insignificantes que en las evidencias más obvias. La mayor motivación de Poirot en la resolución de los casos era, según él, "...ayudar a salvar la inocencia. Porque es la inocencia lo que importa. No la culpa".
Quizás la novela más famosa y popular de Agatha es el 'Asesinato en el expreso de oriente' (Murder on the Orient Express - 1934). Christie se inspiró para escribir esta novela luego de viajar en ese mismo tren y este sufrir un percance por la nieve, igual que en la novela. El que la historia ocurriera en un espacio pequeño y limitado es una convención común en las historias clásicas de detectives (no andan brincando de país en país como los espías) y que Christie dominaba plenamente. Han habido múltiples adaptaciones de esta novela en el cine y la televisión que incluyen películas en los años 1974 y 2001, una serie de televisión en el 2015, e incluso un juego de video en 2006. En este 2017 que está a punto de culminar, estrenó una adaptación nueva de 'Murder on the Orient Express' dirigida por el británico Kenneth Branagh y protagonizada por él mismo. Este filme es una adaptación casi fiel de la novela de Christie en la que se a Poirot resolviendo uno de sus casos más difíciles, no sólo en lo que consta a la complejidad del crimen sino también por las implicaciones morales que afectan a todos los envueltos. La película comienza con Hercule Poirot (Kenneth Branagh) resolviendo un caso importante en la ciudad de Jerusalem. De esta manera se establecen las idiosincracias (extravagantes y cómicas alguna) de Poirot y sus habilidades extraordinarias de deducción e inducción para resolver crímenes que para la persona común y corriente son imposibles de solucionar. Se muestra cómo Poirot es sumamente famoso por sus labores detectivescas y también muy respetado por este ser siempre cortés, amable y
correcto en el trato hacia otras personas. Este recibe la petición de retornar a Inglaterra para resolver otro caso importante arruinando esto sus vacaciones planeadas. Poirot debe tomar el tren expreso de oriente que recorre desde el Medio Oriente y por casi toda Europa. Ya en el tren, o en ruta al mismo, Poirot va conociendo a una serie de personas que también irán abordo del tren en ese viaje. Entre las personas que va conociendo están Miss Mary Debenham (Daisy Ridley) quien es una institutriz de oficio, el doctor
Abuthnot (Leslie Odom, jr.) un doctor de la raza negra (poco común en la década del
'30), Caroline Hubbard (Michelle Pfeiffer) una divorciada muy sociable, entre otros. En el tren también viaja Edward Ratchett (Johnny Depp) quien es un vendedor de
con muy mala reputación. Este le pide a Poirot, no muy amablemente, que trabaje para él como guardaespaldas porque ha recibido amenazas de muerte anónimas estando en el tren. Poirot rehusa la petición, en su manera muy usual, porque "no le gusta su cara". Mientras el tren continuaba su ruta hay una avalancha de nieve que obstaculiza el paso y saca a parte de la antigüedades
locomotora de su riel. En la conmoción del suceso se descubre que alguien asesinó a Ratchett durante la noche. El gerente de operaciones del tren Bouc (Tom Bateman) le suplica a Poirot que investigue el asesinato porque está convencido que él es la única persona en el mundo capaz de resolver un crimen de esa índole bajo esas circunstancias. También Bouc quiere evitar problemas con la policía de Yugoslavia, donde se detuvo el tren, y mala reputación para su compañía. Aunque su reacción reflejo es rehusar la petición por su gran deseo de tranquilidad y paz mental, su instinto inherente de descubrir la verdad y facilitar la justicia aunque sea para un sujeto de la calaña de Ratchett, hace que Poirot acepte la encomienda. De este modo comienza la investigación de un asesinato en la que todos los viajeros en el tren son sospechosos y en la que el tiempo corre ya que una vez vuelva a retomar el viaje el tren sería casi imposible dar con la verdad. Sin saberlo, Poirot se enfrenta a su mayor reto no sólo intelectual sino también moral y existencial que sacudirá los simientos de su noción de lo que es la justicia, el orden y el balance en una sociedad que se dice ser civilizada.
'Murder on the Orient Express' es un ejemplo de una adaptación fiel de un texto original que logra mejorar algunos aspectos de este con un par de ajustes sutiles. El libretista Michael Green hace un buen trabajo en elegir los elementos más relevantes del texto de Agatha Christie además que le añade un par de detalles, especialmente en la resolución final, que benefician a la película. Hay que decir que el mayor crédito debe concedérsele al director y actor Kenneth Branagh. Este actor británico es muy respetado por sus trabajos en el cine y en el teatro. Él es reconocido principalmente por sus adaptaciones al cine de varias obras de William Shakespeare como 'McBeth' (2013), 'Hamlet' (1996), 'Much Ado About Nothing' (1993) y 'Henry V' (1989) . Además ha adaptado otras obras clásicas como 'Mary Shelley's Frankenstein' (1994). También ha dirigido películas para el mainstream hollywoodense como 'Thor' (2011) 'Cinderella' (2015) y 'Jack Ryan: Shadow Recruit' (2014). Como director no se destaca por presentar
espectáculos visuales grandes. Lo más cercano a eso fue con 'Thor'. Pero sí se destaca por su habilidad de propiciar excelentes actuaciones de su elenco, y de él mismo cuando actúa en sus filmes. En 'Murder on the Orient Express' Branagh logra presentar adecuadamente el mundo de la clase alta europea de la década de 1930 antes de la Segunda Guerra Mundial. A mi parecer su mayor éxito en este filme es su interpretación del protagonista Hercule Poirot. Todas las idioscincracias y manerismos descritos en las novelas de Agatha Christie se ven encarnadas en la actuación de Branagh. Desde el bigote extravagante, su apariencia acicalada, su amabilidad auténtica y su compulsión por el balance/orden/simetría de todo lo que le rodea. Cuando uno ve al Poirot de
Branagh uno queda convencido que esa persona es la más inteligente y sensata donde quiera que se pare. Poirot es el corazón cómico y filosófico de la película. Desde el momento en que se descubre el cadaver, cada instante de la historia surge de las inducciones y deducciones que va haciendo Poirot de las pistas que va encontrando. La audiencia lo acompaña y tiene la oportunidad por sí misma de hacer hipótesis y especulaciones de quién es el asesino y sus motivaciones. El resto del elenco son quienes van sumándole las emociones al asunto poco a poco. Su labor es muy buena, pero son más piezas de un rompecabezas. El enfoque de la
película como tal es presenciar a Poirot armando ese rompecabezas. Algunos de los otros actores tienen momentos breves en los que se lucen, muy en particular, Daisy Ridley, Michelle Pfeiffer, Leslie Odom, jr. y Josh Gad. Johnny Depp luce bien como el despreciable Ratchett, pero su tiempo en pantalla es breve. Hay que señalar que esa brevedad en la pantalla es muy importante para establecer en la historia y en la audiencia los niveles de simpatía entre víctima y victimario que son cruciales a la hora de la resolución final del caso.
El hecho es que 'Murder on the Orient Express' es un filme muy entretenido que es cargado casi en su totalidad por la labor directorial y actoral de Kenneth Branagh. La impresión positiva que ha causado esta película es tal que ya se menciona que habrán más adaptaciones de otras historias de Agatha Christie protagonizadas por su Hercule Poirot. Quizás es buen momento para que al Poirot de Christie se le dé el mismo tratamiento que al Holmes de Conan Doyle. Yo solamente he leído una novela de Sherlock Holmes, 'The Hound of Baskerville' (1901), y ninguna de Agatha Christie. La película 'Murder on the Orient Express' ha despertado mi interés por leer y aprender más de este género de detectives y así desapegarme un poco del género de los superespías que satura tanto el cine como la televisión al igual que los superhéroes de los comic books.
Score: 8/10
Las imagenes provienen de www.imdb.com