top of page
Recent Posts
Featured Posts

La mejor medicina…


Apenas estamos en el primer trimestre del año, y muchos ya se encuentran de visita en el médico, por diferentes problemas que han surgido recién iniciando el año.


Sé que el diario vivir nos lleva muchas veces a olvidarnos de comer, dormir, descansar y esto llega a producirnos enfermedades psicosomáticas cuyo origen existe en nuestras emociones y en la forma en como las manejamos cotidianamente.


Por ejemplo cuando las obligaciones sobrepasan lo que hemos establecido normalmente o no podemos aún manejar la carga emocional que implica la realización de las mismas pueden empezar los síntomas de irritación en nuestro sistema digestivo lo que termina produciendo colitis, o gastritis, nerviosa, en otros casos puede haber crisis asmáticas, migrañas, lumbalgia entre otras, estas si no son controladas a tiempo pueden generarnos aparte del malestar propio de cada una de ellas más tensión, ansiedad o estrés pues la mayoría se curan con reposo que a veces solo se consigue tras algunos días internos en el hospital, y si a esto le abonamos que cada temporada de desvelo colabora no solo a envejecernos más rápido sino también a aumentar de peso, y volvernos más propensos a padecer de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, vemos con claridad que estamos atentando contra nosotros mismos.


La mayoría pensamos en que debemos hacer para otros, en cómo cuidarles y hacer que nada falte en casa, en entregar todo en el momento justo que lo necesitan en nuestro trabajo pero poco o nada hacemos para analizar porque nos enfermamos tanto y porque los tratamientos médicos a veces no son tan efectivos como esperamos, en parte es porque el nivel de estrés es tan alto que el cuerpo resiste cualquier tipo de medicamento por temor a no finalizar la tarea asignada y suceden cosas como por ejemplo que las pastillas para el dolor de espalda o para el estómago no hagan efecto en nosotros de la misma forma que antes o tan rápido como esperamos, y así pasamos a veces muchos días sintiéndonos mal físicamente y frustrándonos al ver y sentir que nada del medicamento funciona.


Aprovechando que aún estamos en estas fechas que todo es amor y cariño para los demás, personalmente creo que la mejor forma de demostrar cuanto amamos a otros es cuidándonos nosotros para ellos, esta reflexión surge al hablar del auto-cuido, pues es fácil hablar de amar a otros de hacer feliz a los demás pero ¿que realmente hago para mí, me cuido? Nos preguntamos entonces ¿cómo lograr de nuevo la salud necesaria para cumplir las tareas asignadas y volver a recuperar nuestro cuerpo y mente?


El auto-cuido se entiende como el espacio y tiempo que puedo proporcionarme para procurar mi bienestar tanto físico como mental, a través de estrategias que favorezcan el cultivo de este entre estas estrategias tenemos lo siguiente:


Organiza tu tiempo.


Solo así sabrás si puedes aceptar hacer otras actividades o no, y evitarás tensionarte por ello, si la carga laboral es muy grande empieza por las tareas macro por la mañana y las más pequeñas o con menos detalle, para la tarde. Procura no llevártelo a casa, eso perjudica el espacio dedicado a tu descanso.


Trabaja en lo que te apasione.


Si trabajas en algo que te gusta será más liviana la carga, y disfrutaras las jornadas laborales y siempre hallarás formas más ingeniosas o creativas de mejorar lo que haces, esto impedirá que te frustres a diario por no estar en el trabajo de sus sueños, siempre y cuando tu puedas responder a las expectativas del mismo.




Reconoce tus debilidades.


Cuando nos conocemos mejor es fácil saber en qué soy bueno y en que no he desarrollado fortaleza alguna, esto me permite dar una pauta para decidir si puedo o no hacer lo encomendado, es parte también del orgullo nuestro el que deberá doblegarse pues es difícil reconocer que hay cosas en las que no soy tan bueno como creo, recuerda ser todólogo al final te cobra factura pues todos quieren que les resuelvan sus situaciones pero difícilmente alguien valorara el esfuerzo real que haces para dar respuesta y ayuda a todo lo que piden.


Prioriza tus metas personales.


Tú debes ser siempre lo más importante, sé que hay muchas cosas que hacer en esta vida, metas compartidas con familia, pareja, etc., pero no olvides que debes ser prioridad, no tu última opción pues el hecho de postergar lo que tú quieres, por ayudar a otros te puede resentir contigo mismo y eso terminará dañándote solo a ti.


Consiéntete.


Recuerda lo importante que eres para ti, y luego para los demás, esto incluye familia, parejas, y amigos.





Practica una actividad física.


No olvides mantener tu cuerpo en movimiento esto ayuda para darle salud, camina, corre, baila esto fortalecerá mucho tu cuerpo y tu sistema inmune por lo tanto estarás mejor de salud.


Viaja.


Estas experiencias son sanadoras y liberadoras, al ver que hay gente con una vida diferente a la nuestra nos sensibilizamos y eso nos hace aparte de felices personas con más amor por la vida y consciente de los cambios que existen entre un lugar y otro.




Y para finalizar la mejor de las medicinas estaría en aprender a disfrutar la vida, con lo que se tiene, y con lo que viene; nunca olvidarnos de amarnos nosotros mismos, para poder seguir amando y disfrutando de la compañía de los demás, al practicar esto verás los resultados y notarás rápidamente el efecto del tratamiento y estarás mejor en todo sentido.


Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
bottom of page