Así como se hacen cosas interesantes y novedosas con el material de reciclaje, tal como botellas, latas, ropa, etc, que al ser transformadas nos brindan un producto diferente e inclusive a veces de mejor uso que el original, nos parece fabuloso, que tal si esto lo aplicamos a nuestra personalidad; podríamos hacer un reciclaje con esas actitudes que durante años nos han acuerpado y han hecho de nuestra vida un paso oscuro en ciertos momentos, entonces ¿por qué no reciclamos en relación a nuestra personalidad?
Al inicio me pareció una idea un tanto descabellada, cuando la propuesta que siempre se ha manejado es el cambio de actitud…pero qué tal si en lugar de cambiar radicalmente, la transformó en algo positivo, y surgió de pronto el nombre a tal acto, la sublimación ese mecanismo de defensa que nos puede ayudar a transformar las actitudes negativas o inaceptables nuestras, en acciones aceptables socialmente y de bienestar para nosotros, por ejemplo si somos muy
agresivos podríamos practicar deportes de contacto que permitan descargar de
manera sana, esa agresividad que nos caracteriza, o que tal si somos histriónicos es decir tendemos a exagerar todo desde nuestros ademanes hasta hacer casi lo imposible por llamar la atención de los
demás, seríamos unas excelentes actrices o actores de teatro, si nos sentimos solos, podríamos realizar un voluntariado ya sea para trabajo con niños o con adultos mayores para estar con ellos en nuestros tiempos libres, en fin muchas veces
estas actitudes o estados emocionales que nos afectan pueden ser utilizados para estas y muchas cosas más, y no tendremos que cambiar por alguien o decepcionarnos por no poder cambiar; sino es simplemente enfocarnos de manera distinta y así reciclar nuestra personalidad, de lo antiguo transformarlo en algo novedoso y de utilidad en nuestra vida actual.
*Todas las imágenes contienen su respectivo link de donde se obtuvieron las mismas.