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¿Quién te ha visto y quién te ve?

Dicen que la belleza es subjetiva, que está en los ojos de quien mira y que según lo que vean será “lindo” o “feo”. Particularmente, estoy de acuerdo, pero también soy consciente que hay ciertos “parámetros” que pululan nuestra cultura y sociedad. Y aún cuando definir “belleza” presente dificultad, este concepto viene ligado a la cultura y al momento histórico, haciéndolo mutar y cambiar a lo largo del tiempo. Cada grupo de personas, cada sociedad, tiene sus criterios y su forma de vida influye a los mismos. Quizás sea Aristóteles el que más cerca esté de lograrlo, ya que la considera como “armonía y proporción de las partes con el todo”, pero aún así sigue dependiendo de la percepción porque cada uno tiene su idea u opinión.


No es de extrañarse, entonces, que el prototipo de belleza no sólo varíe de cultura a cultura sino a través de la historia. Estos grandes cambios toman forma de proceso, y hasta puede ser llamado “evolución” (algunos pueden estar o no de acuerdo). El concepto, claramente, ha sido muy diferente. De esta forma, intentaré hacer un breve resumen al respecto para aclarar el panorama:


- Prehistoria: ya en estos tiempos, se preferían a las mujeres de grandes senos y anchas caderas, puesto que era asociado con la fertilidad, la abundancia y la capacidad de dar a luz, criar hijos sanos y saludables. Algunos estudios dicen que lo heredamos de nuestros ancestros.

- Edad Antigua (griegos): estaba basado en la figura perfecta y simétrica. Ésta debía ser esbelta y atractiva al ojo humano. Estaban maravillados y obsesionados con la estética y el físico. Además de que había que alimentar el ánima (alma).

- Edad Media: en una época regida por la religión, el canon era ser pura y mostrarlo. Esto era, tez bien blanca (como símbolo supremo), un tono más bien pálido que se extienda en cuello y manos, cabellera rubia y rizada en trenzas o suelto. La frente ensanchada y brillante era fundamental. El cuerpo no debía mostrarse.

- Renacimiento: con Durero y Da Vinci a la cabeza, estableciendo diagramas para la figura ideal, las mujeres debían poseer tres elementos blancos (la piel, los dientes y las manos), tres rojos (labios, mejillas y uñas) y tres negros (los ojos, las cejas y las pestañas). Asimismo, según las obras de arte de la época, también se pueden ver ciertos parámetros, cuerpos redondeados, manos y pies finos, pechos pequeños y firmes, tez blanca, las mejillas rosas o sonrojadas, cabello rubio y largo, labios rojos, frente despejada y ojos grandes y claros. Era todo un auge para las artes.

- Estilo Barroco: la belleza pasa por las rubias de piel transparente. Se empiezan a estilizar los cuerpos, las caderas anchas y la cintura estrecha, brazos carnosos, piel blanca y pechos llamativos. El maquillaje viene de esa época así como los “adornos”; pelucas, perfumes, lunares postizos o pintados, los corsés y el rubor.

- Época Victoriana (siglo XIX): excesivo uso del corsé, para estrechar más la cintura y resaltar el busto y las caderas.

- Principios del siglo XX: lo bello eran los pechos altos, caderas anchas y nalgas prominentes. Acompañado de una mujer sumisa y obediente para completar el combo.

- Finales del siglo XX: la liberación femenina: la mujer lucha por sus derechos cívicos y políticos, dejando de importarle los cánones de belleza que imparten los hombres. Sin embargo, con la expansión de “revistas femeninas” se ve al cuerpo distinto y esto conlleva a que el ideal de la figura sea con un vientre plano, pechos pequeños y hombros masculinos, cuerpos andróginos y ambiguos, en clara resistencia a la “hombría”.

- Años ´30 y ´40: la década de la lencería con lo cual la mujer cobra protagonismo y el estar vestida pero desnuda se vuelve importante y lleva a que el físico preocupe y así resultar “impactante”.

- Años ´50 y ´60: es tiempo de exuberancias. Con el auge del cine, nos llenamos de curvas marcadas, voluptuosidad, cabellos rubios. Y a su vez, el otro extremo, cuerpos pequeños y delgados, más bien menuditas.

- Años ´70 y ´80: la imagen se vuelve algo social y es un reflejo del grupo de pertenencia. Asimismo los cuerpos se van adelgazando y estilizando, los pechos cobran protagonismo y espacio y las redondeces se empiezan a despreciar.

- Años ´90: se sigue por el camino de la delgadez y los pechos cada vez más grandes. Las cirugías estéticas están en auge. Destacan los cabellos muy rubios, las pieles morenas o bronceadas y las prendas que muestran mucha piel. Esta época gira en torno a lo exuberante y exagerado.

- “Nuevo Milenio”: delgadez extrema, languidez y más operaciones. Las mujeres quieren ser “perfectas” a cualquier costo. Sin embargo, y por suerte, nuevos movimientos apuestan por una belleza más natural y equilibrada. Hoy por hoy, la mujer quiere identificarse con un cuerpo más sano y en un peso acorde a una misma. Y con la explosión de las modelos plus size se está volviendo a una mujer más real, sin dejar de lado otras realidades.

Podemos observar que la mujer y su forma de ver su belleza siempre estuvo (y está) condicionada por la sociedad. Lo bueno, es que muchos están llegando a la misma conclusión: no existe la perfección. Y si así lo hiciera creo que lo perfecto es lo imperfecto. Todas somos bellas a nuestra manera y hay millones de formas de ser bellas y eso es lo más destacable de la mujer. Por lo tanto hay que quererse y aceptarse como somos: HERMOSAS, porque al final la belleza depende de los ojos de quién mire, ¿no?


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