Estas semanas han sido una constante de cambios y situaciones que me han hecho reflexionar nuevamente acerca de la importancia de aceptar los cambios que se generan a lo largo de la vida, y como estos nos crean nuevos retos y nos hacen crecer si los aceptamos, y generan un retroceso o estancamiento si nos negamos a ellos.
La frustración se origina en la dificultad de encarar hechos básicos de la vida, el no aceptar que algo está sucediendo nos hace creer que todo debe ser estable y que jamás deberá cambiar; si creemos que esto es así, estaremos en un grave error pues todo lo que nos rodea es muchas veces inestable y transitorio, por lo que aferrarse a algo o alguien nos generará problemas casi de inmediato en nuestra vida, pues el sufrimiento aparece cuando nos resistimos al flujo de la vida y tratamos de aferrarnos a las personas o situaciones aunque esto nos cause daño.
¿Qué tan cierto puede ser esto? A veces por temor a enfrentar nuevos desafíos, estamos con algunas personas o viviendo situaciones nada gratas, creyendo que son la única alternativa que existe y aunque estemos claros que no es sana ni grata la situación seguimos ahí por temor a comenzar de nuevo, y terminamos al lado de quien nos hace daño y dejamos que se vuelva el dueño de nosotros y seamos juguetes o piezas decorativas para esas personas, olvidando que lo más importante de nuestra vida somos nosotros mismos, mientras ese aferramiento se mantenga experimentaremos frustración tras frustración, al recibir lo contrario a lo que esperamos, todo por temor a aceptar que todo acabó y hay que comenzar de nuevo, esto aplica no solo a personas o situaciones sino también a esperanzas añejas que terminan carcomiendo nuestra alma.
¿Qué hacer para liberarnos de estos aferres insanos en nuestra vida?
Es necesario tener claro que nada es para siempre, y que todo está expuesto al cambio constantemente, esto se debe a que por naturaleza el ser humano es así, nadie puede asegurar estabilidad total, si tomamos en cuenta esto será más fácil aceptar esos cambios tanto premeditados como espontáneos que habrá en el largo camino de nuestra vida.
Por lo tanto, no temas, todo cambio, aunque en el momento no parezca trae siempre algo positivo a nuestra vida, no es fácil, pero está garantizado que siempre te dará beneficios a corto y largo plazo.
Si estás en una relación por temor a quedarte sola, o por creer que nadie más te amará de la misma forma que tu pareja actual, piensa… es amor lo que en realidad estás obteniendo o es solo insana compañía, pues si lo que existe entre ustedes son pleitos, maltratos, reclamos sin razón aparente, y no se dan tiempo para hablar sobre lo que sucede; estás cometiendo un error porque puede que estés perdiendo al verdadero amor de tu vida por estar con alguien que está dando señales claras que no siente nada por ti, y tu temor hace que no concibas tu vida fuera de esta relación… no temas deja que termine, limpia tu corazón y tu mente; prepáralo para encontrar el verdadero amor, que no será de cuento de hadas sino muy realista y verle de esa manera te estará compensando con mayor felicidad que las falsas expectativas que mantuviste tiempo atrás.
Cuando son situaciones laborales o de vida, debemos estar claro que no siempre el flujo constante de la vida, nos mantendrá en altos estándares existen altibajos en ella que nos llevan a frustrarnos, o perder y a veces a creer que ya todo llego al final… pero ¿qué debemos hacer con esos momentos inevitables? Inicialmente debemos comprender que la etapa que nos ha tocado vivir nos ofrece, aunque no parezca la posibilidad de nuevas experiencias que harán de nosotros mejores personas, por ejemplo: personas que económicamente lo han perdido todo, en lugar de sentarse a llorar hasta que la muerte les visite, deberían de hacer uso de los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida y emprender ya no el mismo negocio sino experimentar con alternativas acordes al mercado que ha de conquistar de nuevo desde otra perspectiva innovadora, aceptar que no será fácil pero sí puede lograrse de nuevo y que esto implica trabajar arduamente para lograr esa recuperación tan deseada, pues de lamentar las pérdidas y recordar cuando “tuvo” bonanza, lo sumirá en una profunda depresión la cual se puede volver la mayor piedra de tropiezo para el progreso anhelado.
En los casos de situaciones de vida, es difícil como seres humanos entender que, aunque no me agrade existen los duelos, la muerte y que tarde o temprano visitarán a nuestra familia, he de aclarar que para todo lo mencionado, nadie está preparado, pero es mucho más fácil sobrellevar la situación cuando aceptó la pérdida y sobretodo no busco culpables ni hago reclamos incoherentes que no devolverán la vida de nuestros seres queridos, ni el dinero o posición económica que hasta hace poco se ostentó.
Por experiencia propia sé que es difícil aceptar lo que sucede sin razón aparente, pero es más fácil de superar si no pongo resistencia al mismo y dejo que fluya, dolerá si y mucho, pero…aceptaremos que es la preparación siempre hacia algo mejor, aunque en el momento que se esté viviendo no lo parezca, al correr de los días veremos que terminar con algunas de las situaciones planteadas y comenzar otras, fue la mejor decisión para nuestra vida.