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Mi cuerpo, mis reglas…

Como saben soy curvy (o de la manera que quieran decirle) y como asesora de imagen “nos enseñan” que para ese tipo de cuerpo hay que usar ropa oscura, monocromática, ropa recta, etc., en pocas palabras: hay que vestirse para parecer delgada. ¿Pero saben qué? No es así. ¡Depende de cada una! Como mujer, recomiendo destacar la figura femenina, tenemos curvas, algunas más otras menos pero están, aunque también podemos no hacerlo. Mi intención no es decir que ponerse y que no, pero si mostrar que siendo “grande” se pueden usar colores, estampados, rayas (¡si! las benditas rayas), formas, prendas sueltas y ajustadas, en fin todo lo que a uno se le ocurra. Se puede tener buen gusto y vestirse bien, podemos vernos estilizadas sin ocultar las curvas o quizás disimularlas, etc., la palabra “mágica” en este asunto es: “podemos”.

Antes que nada, hay que aceptarse y aceptar el cuerpo que tenemos, así podemos identificar que nos puede quedar bien y con lo que nos sentimos cómodas, somos únicas y por ende nuestros cuerpos también, es por ello que debemos respetarlo. Luego, sugiero encontrar nuestro estilo (como dijimos en el blog anterior) y nuestra cintura, que es la artífice para los atuendos. Observar nuestra forma (sea cual sea) y buscar armonizarla y equilibrarla. Entonces, de ahí en más, destacarla y destacar aquello que se quiera, que guste, que haga sentir cómoda y segura. Por ejemplo, si se quiere hacer notar las caderas buscar prendas que lo hagan y si no buscar algunas que las disimulen. Los tiempos cambian y la moda siempre está en transformación, por suerte (aunque falte mucho camino por andar) tener curvas no es un crimen y es bueno que las disfrutemos. En fin, siempre, pero siempre es a gusto y comodidad. Hay que sentirse seguro con lo que uno lleva.

La voluptuosidad predomina y eso no debe ser una tortura, hay que tener más en cuenta la forma que el tamaño. Algunas tienden a ser más curvilíneas o “reloj de arena” y otras más redondeadas, y por supuesto todo aquello que se encuentra intermedio, como dijimos hay variedad de cuerpos y todas somos únicas. Es así que a modo descriptivo, y para que cada una pueda identificar que es lo que va con cada una, les paso a comentar:


El objetivo es seguir las líneas naturales del cuerpo respetando la silueta o generar una línea recta en la cintura y así dibujar las demás líneas de manera fluida, acompañando con color, corte y textura. Que el centro sea la cintura.


Buscar telas y texturas que sigan la forma de tu cuerpo y tengan caída, que den comodidad al uso y no aumenten volumen. Hay que observar la forma que da y la caída que tienen.


Puesto que la altura de las curvas son más o menos pronunciadas y en distintos lugares no existe “una” prenda que se adecue a todas. Al momento de elegir lo mejor es algo que ajuste en los lugares correctos y evitar las túnicas o las batas demasiado recargadas, no favorecen la figura ni las curvas. Recomiendo que no sea ni muy holgado ni súper ajustado y siempre buscar vestir según tu forma.

En cuanto a los colores, elegir aquellos que nos sientan bien según el tono de piel y gusto, buscar aquellos que puedan iluminarnos y destacar las partes interesadas. No hace falta vestir monocromáticamente, pero sí que ellos combinen y cortando siempre en la cintura, se puede jugar con cualquier color. Igual que con los estampados, simplemente tener en cuenta que a mayor tamaño del estampado mayor es el volumen y viceversa. Con respecto a las rayas, las diagonales son las mejores aliadas, pero haciendo los cortes correctos todas están permitidas.


Como lo importante es dibujar la cintura, hay que buscar estilizar ambos troncos. Las prendas cruzadas son ideales, tanto en vestidos como en blusas, da el corte perfecto, así como los corte princesa o imperio. También son favorecedores los cuellos halter, escote corazón o strapless, ya que realzan la parte del cuello y lo alargan. Así como aquellos con escote en V o redondeado y más allá de que se sugieran las mangas cortas o 3/4, los breteles también están aceptados, hasta un solo hombro. Llevar camisolas no muy holgadas o abiertas (con una remera debajo) también funcionan muy bien. La idea es abrir el escote.


Los blazer, chaquetas o abrigos más recomendables son aquellos que tengan lazos o que marquen la cintura. Si es con solapas, que no sean muy grandes, un tamaño promedio es recomendable. Como las camisolas, los sacos o kimonos abiertos son buenos aliados, disimulan y destacan las líneas naturales. El largo perfecto varía desde donde empieza la cintura o bien donde empieza la primer cadera, pero si es un abrigo largo apenas por sobre la rodilla estará muy bien.


Para la parte inferior, si las prendas pueden ser de tiro medio y tiro alto mejor, lo ideal es marcar la cadera con estampados y/o entallados, pero también los cortes medios y rectos ayudan mucho a dar una línea visual más limpia. Pantalones semi Oxford y rectos y con pinzas, combinan fácil; con los chupines, skinny o tubo debemos buscar aquellas que corten en la cintura y marquen la cadera y tener en cuenta los zapatos a usar, los tacones o plataformas combinan perfecto. Para los palazzo el taco o taco medio es favorecedor. En cuanto a las faldas, el largo ideal es hasta la rodilla, pero si se sienten a gusto puede ser más corta o totalmente largas, según la caída. Aquellas tipo A, tubo, evasee, portafolio y, porque no, péplum, son lindas opciones.

La clave está en la combinación de las piezas apropiadas y adaptarlas al estilo personal. No hay que tener miedo de seguir las tendencias de moda, ella debe adecuarse a nosotras no al revés. Ser curvy no es ningún pecado y verse fabulosa no está fuera del alcance, es decidirse y congraciarse con uno mismo sin importar la talla. Los límites los ponemos nosotras con lo cual nosotras tenemos el poder de invertirlos y convertirlas en nuestras fortalezas. Tu cuerpo, tus reglas.


¡Hasta la próxima!

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